07.03.2022

5 errores que cometemos al empezar a organizarnos y cómo aprender de ellos.

5 errores que cometemos al empezar a organizarnos y cómo aprender de ellos.

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Productividad Creativa Simone Reis

Instructora Certificada GTD®

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La organización es una habilidad que desarrollamos a través de la implementación estratégica de distintos hábitos, métodos y técnicas, y nos sirve de apoyo para toda la vida. La vida tiene una naturaleza cambiante y la organización nos ayuda a navegar esos cambios para “vivir la vida que deseamos”; en Productividad Creativa® lo traducimos a “un estilo de vida ligero y feliz”.

Tal cual cepillamos los dientes diariamente y así cuidamos de nuestra salud e higiene, podemos incorporar hábitos de organización en el día a día, con la finalidad de cuidar distintos aspectos de la vida. De la misma manera que desarrollamos la habilidad de andar en bicicleta, podemos desarrollar la habilidad de organización, y así mantenernos en movimiento por la vida mientras disfrutamos del paisaje, del aire fresco, de la actividad física y de los beneficios que todo esto nos trae.

Cuando empezamos a aprender una habilidad nueva, es común que cometamos algunos errores.

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Los errores son parte del proceso de aprendizaje. Sin embargo, si no identificamos nuestros errores y los corregimos, ellos pueden volverse una barrera para nuestro progreso. Si no avanzamos mientras intentamos organizarnos, no nos sentimos recompensados por nuestro esfuerzo, no ganamos la confianza que necesitamos para proseguir, nos frustramos y desanimamos, pasando a creer que “es difícil ser una persona organizada” o que “la organización no es para mí”. Si la organización te está dando más trabajo que beneficios, hay algo en su ejecución que necesita ser ajustado. La organización no es una finalidad en sí misma, sino un camino para lograr lo que deseas.

Para ayudarte a identificar tus errores y actuar sobre ellos, a continuación te presento una lista de los errores que solemos cometer al empezar a organizarnos, y cómo los podemos corregir. Espero que te ayude también. Veamos:

  1. Crear una rutina demasiado rígida:

Cuando empezamos a organizarnos, es natural que intentemos crear una rutina, y esto está bien. El error ocurre cuando lo hacemos pensando en una supuesta “vida ideal” en vez de considerar nuestra vida real. Para mitigar este error, te sugiero que empieces a:

  • Conocer las necesidades, requisitos y demandas innegociables de tu estilo de vida y considerarlos en la dinámica de la organización de tu rutina.
  • Dejar espacio para imprevistos en vez de planificar el 100% de tu día.

“La vida es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes”. ― John Lennon


  1. No aprender a decir que “no”:

Estamos en una sociedad que suele sobrevalorar el producir e ignorar el descanso. Esta cultura se nos inculca durante toda la vida. Pero descansar es parte importante de la productividad. A menudo, cuando empezamos a organizarnos y a sentir algo de alivio, es frecuente que en vez de disfrutar ese espacio para el descanso u otras actividades que nos traigan satisfacción, volvamos a aceptar nuevas exigencias. No está mal recibir nuevas demandas, ellas son señales de una vida enriquecedora, pero antes de aceptarlas, sugiero que te preguntes: ¿tienen sentido con mí vida? ¿Son de mi responsabilidad?

Es común que por falta de criterios volvamos a ahogarnos y a desordenarnos. ¿Cómo podemos lidiar con eso? Algunas sugerencias que te dejo:

  • Aprender a ponerte límites.
  • Aprender a ponerle límites a los demás.
  • Tener claras tus prioridades, roles, valores y habilidades.
  • Elegir de forma deliberada y consciente qué es lo que cabe o no en tu vida, para que ella sea el reflejo de lo que deseas para ti.

Ni la vida ni las personas van a poner límites a las demandas que te llegan; eres tú quien tiene que hacerlo. Los límites no se restringen solo a tareas, sino a eventos, relaciones, proyectos, o sea, todo aquello que demande tu tiempo, energía y atención, porque estos son recursos finitos.


“Si no tenemos cuidado, acabamos saltando desde conseguir y adquirir algo a conseguir y adquirir otra cosa sin dedicar nunca tiempo a disfrutar plenamente de nada.” ― Gary Keller & Jay Papasan


  1. Ignorar tus niveles de energía:

¿Tienes la percepción de cuáles son tus niveles de energía a lo largo del día? ¿Adaptas tu rutina a ellos? Enfócate en gestionar tu energía en vez de gestionar el tiempo. No puedes crear horas adicionales en tu día, pero sí puedes realizar tus tareas según el nivel de energía que tengas disponible. Y también puedes generar tu propia energía. Para empezar a hacerlo, asume el puesto de “generador de tu propia energía”. Sé el “científico de tu productividad personal”, que observa, hace pruebas, pesquisa y entiende sus niveles de energía. Los siguientes puntos te pueden ayudar:

  • Identifica qué es lo que drena tu energía.
  • Identifica qué es lo que te genera energía.
  • Crea tus rituales esenciales energizantes.
  • Identifica y mantén lo mínimo necesario en tu rutina diaria para que te sientas bien.
  • Respeta tus niveles de energía, descansando cuando sea necesario.
  • Potencia tu alta energía, invirtiéndola en los asuntos que demandan más capacidad intelectual y fuerza de voluntad.

“Tu capacidad para generar energía es directamente proporcional a tu capacidad para relajarte.” ― David Allen


  1. Perder de vista el motivo por el cual empezaste:

Ser una persona más productiva y organizada se trata de construir un estilo de vida. Para que esto sea sostenible, es necesario que tengas claro qué es lo que te trajo acá. ¿Cómo no perder de vista tu propósito con la organización y la productividad?

  • Ten presente y a la vista tus planes, objetivos, misión personal y prioridades: tener esa claridad y mantener contacto regular con lo que es importante para tí te ayudará a no perder de vista tu propósito.
  • Identifica cuáles son tus valores y tus roles en la vida: esto también te ayudará a mantener el enfoque.

“Tienes que decidir cuáles son tus prioridades más altas y tener el coraje, de manera agradable, sonriente, sin disculpas, para decir “no” a otras cosas. Y la forma en que lo haces es con un “sí” más grande ardiendo en tu interior. — Stephen Covey


  1. Pensar que organización es “todo o nada”:

Las personas que son organizadas y productivas no lo han sido desde siempre, lo aprendieron en algún momento y siguen desarrollándose cada día.

  • Puedes y debes empezar con un paso a la vez. Un pequeño paso en tu camino hacia la productividad personal es mejor que ningún paso.
  • Un pequeño cambio que implementes ahora en tu vida ya generará un gran impacto. No te paralices porque no puedes “hacerlo todo”, nadie lo puede y esa no es la idea.
  • Respeta tu ritmo, enfócate en tu prioridad número uno del momento y avanza a tu paso.

Este punto cinco es tan importante que lo desmenuzaremos en el próximo artículo.


“El secreto para salir adelante es empezar. El secreto de empezar es dividir las tareas complejas que te agobian en tareas pequeñas y manejables y entonces empezar por la primera.” — Mark Twain


Me gustaría ayudarte en tu proceso de organización y productividad personal. Sé que los distintos puntos mencionados en el texto exigen una reflexión bastante profunda, de modo que pronto publicaré nuevos contenidos (¡y herramientas!) que te ayudarán a pensar en tus valores, roles, prioridades, niveles de energía y rutina. Te llevaré de la mano para que puedas mantener la motivación para la organización. La idea es facilitar que puedas construir un estilo de vida más ligero y feliz, a través de herramientas de productividad personal.

Mientras tanto, dime: ¿Identificas alguno de estos errores en tu trayectoria de organización y productividad personal? ¿Hay alguna otra dificultad que enfrentas en este proceso que yo no haya mencionado y quisieras saber cómo superarla? Cuéntame en los comentarios para que sigamos conversando.

No puedo finalizar este artículo sin antes de decirte que una de mis grandes preocupaciones con todo el contenido que produzco en Productividad Creativa es no generar ansiedad en el lector. No quiero que leas mis contenidos y te sientas presionada(o) por hacer esto o aquello. Al revés, mi deseo es que esos contenidos te inspiren a empezar una transformación en tu vida. Creo que podemos hacerlo dando un paso a la vez, a tu ritmo, de forma saludable y sostenible, sin ansiedad, sin cobranzas, sin culpa, celebrando cada éxito, aprendiendo de qué te funciona o no, evolucionando cada día.

Entonces, no te enfoques en los errores. En vez de esto, identifícalos y ocúpate de usarlos a tu favor, aprendiendo de ellos. Un paso a la vez, cada día un nuevo día. Te ofrezco mi compañía y mis conocimientos para acompañarte en esa trayectoria de construir una vida con más equilibrio y menos estrés.


“Progreso, no perfección.” — Rafaela Cappai


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