30.03.2022

8 tips para lidiar con situaciones que te preocupan y distraen.

8 tips para lidiar con situaciones que te preocupan y distraen.

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Productividad Creativa Simone Reis

Instructora Certificada GTD®

@productividadcreativa
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Temor, ansiedad, preocupación: sentimientos comunes a la desafiante experiencia humana. Esto no ha sido distinto en los últimos años; producto no solamente de la pandemia, sino también de las distintas revueltas sociales y conflictos políticos que hemos visto alrededor del mundo. Es necesario que aprendamos a lidiar con situaciones que nos preocupan y nos distraen, porque ellas siempre existirán.

Practicar el hábito de la productividad personal te ayudará a desarrollar estrategias para lidiar con las situaciones que te preocupan y distraen, para evitar que perjudiquen tu rendimiento y niveles de energía. Luego de estudiar este tema y cometer muchos errores en su manejo, he encontrado e implementado algunas estrategias en mi vida que me han dado resultado. Aquí las comparto contigo y que espero también te ayuden:

1. Concéntrate en tu “Círculo de Influencia”, no en tu “Círculo de Preocupación”.

Stephen Covey en su libro “Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas” nos enseña su teoría sobre el “Círculo de Influencia” y el “Círculo de Preocupación”. Hay muchas cosas que nos preocupan, sobre las cuales no tenemos ningún control. Por lo tanto, no deberíamos perder nuestro tiempo y energía en estas cosas porque sería un desperdicio.

Sin embargo, existen situaciones en las que sí tenemos el poder de actuar. A ellas debemos dirigir nuestro enfoque, esfuerzo y energía. El autor también dice que, al involucrarnos y comprometernos con lo que está en nuestro círculo de influencia, expandimos nuestro alcance y pasamos a alcanzar aquellos temas que están en nuestro círculo de preocupaciones. Es decir: al concentrarte en las cosas sobre las cuales puedes actuar de forma eficaz, aumentarás tu poder para actuar sobre las cosas que te preocupan.

¿Has estado concentrando tu energía en situaciones que están dentro o fuera de tu círculo de influencia?

2. Dale a cada tema la importancia que se merece: ni más, ni menos.

¿Cuántas veces nos distraemos con algún asunto para solo entonces percibir que no merecían nuestra atención y que desperdiciamos tiempo y energía en ellos? Alguien me dijo una vez: “antes de entrar en una discusión, pregúntate: esto va a ser importante de acá a cinco años más? Si no, déjalo”. Me gustó este consejo, no tienes que seguirlo, pero la verdad es que me ha ayudado a sacarme de varias situaciones y que me gustaría haberlo aprendido antes.

Así que antes de involucrarte en una discusión, reflexiona: ¿realmente vale la pena? ¿Realmente necesito reaccionar ante esta preocupación? ¿Importa realmente la opinión de esta persona? ¿Mi opinión marcará alguna diferencia? ¿Estoy tratando de convencer a alguien de algo? ¿De qué? ¿Por qué? ¿Esta conversación alimenta el odio o fomenta una discusión saludable? ¿Se están respetando las personas que forman parte de esto? ¿Quiero ser parte de esto? Cuando deje esta discusión, ¿habré aprendido algo? ¿Cómo me siento después de leer y/o escribir esto?

3. Libérate de la “obligación” de estar al día con todos los asuntos, todo el tiempo.

Es imposible hablar de distracción y concentración estos días sin mencionar a nuestros queridos e inseparables compañeros: nuestros celulares, y con ellos las aplicaciones de redes sociales y páginas de noticias. La sensación de necesidad de mantenerse informado todo el tiempo es un síndrome llamado “FOMO” (Fear Of Missing Out = “el miedo de quedarse afuera o de perderse algo”), sobre el cual ya existen varios estudios científicos (*).

Para aplicar tu enfoque en lo que realmente importa, deja de lado tu teléfono celular: desconéctate. Si tienes dificultad con esto, te recomiendo que leas este artículo donde te comparto orientaciones prácticas sobre cómo hacerlo.

Para aliviar la ansiedad de revisar las redes sociales cada minuto, establece un acuerdo contigo mismo: tómate un momento de tu día para interactuar con ellos; en este momento accederás a tu celular con un propósito, presencia y por tiempo determinado. De esa forma sabrás que tendrás un tiempo específico para ello y será más fácil no ceder a la tentación de mirar tu teléfono cada minuto o cada vez que te aburras o te pongas ansioso.

4. Empieza el día con presencia, no en piloto automático.

En lugar de tomar el teléfono, aún en la cama y soñoliento, y comenzar a leer las notificaciones, usa estos preciosos minutos para lo que es más importante para ti. Comienza tu día con lo que marcará la diferencia y tendrá un impacto positivo en tu rutina.

5. Desactiva las notificaciones de tu teléfono celular.

Esta recomendación es un lugar común en el discurso de todos los especialistas en el área de la productividad personal, y no es en vano. Interactúa con tu celular cuando tú quieras, en el plazo que estipules y no cuando tu móvil te lo demande. Así abres espacio para poner tu atención en lo que es realmente relevante e importante.

En lugar de ser manipulado y accionado cada minuto por tu celular, actívalo cuando tú lo quieras. Hazlo con presencia, prestando atención cuando interactúas con él, observando los pensamientos que genera esta interacción, sin perderte en loinfinito las redes sociales, cambiando de una aplicación a otra sin siquiera darte cuenta y sin saber por qué lo estás haciendo. Siempre buscando más y más notificaciones, ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué estás tratando de conseguir? ¿Es esta realmente la mejor manera de ocupar tu tiempo e invertir tu energía?

Si tienes dificultad con esto, te invito a que revises este post en Instagram que preparé para ayudarte. En él te comparto estrategias para hacer mejor uso de tu celular.

6. Deja de seguir a personas y páginas que te son tóxicas.

Revisa tus redes sociales y mantén solo aquello que te hace sentir bien. Esto está en tu Círculo de Influencia, en el que tienes control.

7. Date cuenta de cuánto tiempo pasas en el teléfono móvil y en las redes sociales.

Sé honesto contigo mismo y pregúntate: ¿Cuánto tiempo utilizo en el celular? Hay aplicaciones que te ayudan a medir el tiempo en pantalla, te recomiendo que las pruebes. La primera vez que yo lo hice sentí asco y nauseas al ver cuánto tiempo desperdiciaba de mi vida mirando el celular.

Cuando sepas cuánto tiempo de tu vida usas para mirar el celular, pregúntate: ¿Qué podría estar haciendo en este momento si no estuviera atascada(o) en mi teléfono celular? ¿Leer algunas páginas de un libro? ¿Hablar con alguien importante en mi vida? ¿Hacer alguna actividad física? ¿Dormir una hora adicional? ¿Alimentarme mejor? ¿Cuidar mi salud? ¿Dejar de posponer un proyecto importante?

Si tienes dificultad para lidiar con esto, te sugiero que veas este post en Instagram, en el cual te sugiero dos libros excelentes que pueden ayudarte a mejorar tus hábitos personales y cómo usas tu celular.

8. Cuando vuelvas a caer en el agujero negro, simplemente detente.

Sí, me pasó a mí y te puede pasar a ti. Aunque sepamos todo lo que podemos hacer para afrontar las situaciones que nos preocupan y distraen, ellas están ahí y nosotros estamos más vulnerables en unos momentos que en otros, con más o menos fuerza de voluntad, con más o menos capacidad de atención.

Charles Duhigg dice en su libro “El poder del hábito” que nuestros malos hábitos nunca se eliminan, siempre están presentes, solo esperando un disparador para que se reactiven. Sin embargo, la buena noticia es que aunque no podamos eliminar un mal hábito, sí podemos reemplazarlo.

Cuando te des cuenta de que has vuelto a caer en un mal hábito, detente. Respira. Párate. Camina. Toma un poco de agua. Haz una cosa a la vez. Estírate. Respira. Regresa. Perdónate, no te castigues y comienza nuevamente. Siempre es posible empezar de nuevo.

Antes de finalizar, no puedo dejar de mencionar que si bien la organización y la productividad personal son herramientas poderosas que te dan estrategias para mejorar tu capacidad de enfoque y concentración, no son tratamientos. Si el temor, la preocupación y la ansiedad están perjudicando el desarrollo de tus actividades, debes buscar ayuda profesional con un psicólogo y/o un psiquiatra. 

Seguramente hay más consejos sobre cómo lidiar con las situaciones que nos preocupan y nos quitan la concentración, así que te invito a que compartas tus sugerencias acá. Hablemos de ello, varias personas se me acercan comentando que están teniendo dificultades para lidiar con la preocupación, ansiedad y distracción generadas por situaciones diversas. Este tema es importante y sin duda nos ayudará en nuestra trayectoria de educación para construir una vida más ligera y feliz.

(*)

  1. Baker, Zachary & Krieger, Heather & LeRoy, Angie: Fear of missing out. Relationships with depression, mindfulness, and physical symptoms, publicado por Translational Issues in Psychological Science en 2016.
  2. Burnell, Kaitlyn & George, Madeleine & Vollet, Justin & Ehrenreich, Samuel & Underwood, Marion: Passive social networking site use and well-being. The mediating roles of social comparison and the fear of missing out, publicado en Cyberpsychology. Journal of Psychosocial Research on Cyberspace en 2019.
  3. Maeng, Sally & J. Arbeau, Kelly: #TheStruggleIsReal: Fear of missing out (FoMO) and nomophobia can, but do not always, occur together, publicado en Trinity Western University en 2018.
  4. Milyavskaya, Marina & Saffran, Mark & Hope, Nora & Koestner, Richard: Fear of missing out: prevalence, dynamics, and consequences of experiencing FOMO, en Motivation and Emotion, 42/2018.
  5. Przybylski, Andrew K. & Murayama, Kou & DeHaan, Cody R. & Gladwell, Valerie: Motivational, emotional, and behavioral correlates of fear of missing out, en Computers in Human Behaviour, 4/2013.

Fuente: https://www.ionos.es/digitalguide/online-marketing/redes-sociales/fomo/

Productividad Creativa Simone Reis

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