“Me siento demasiado cansada(o).” A menudo escucho esto y muchas veces yo misma lo digo. Nos quejamos del cansancio, pero ¿sabemos descansar? Debido a que el descanso es una parte importantísima de la productividad personal, en este artículo te invito a reflexionar sobre este tema y te doy algunas ideas sobre cómo puedes minimizar la sensación de agotamiento.
Si cuando vas a tomar un momento de descanso durante el día, tu primer impulso es agarrar el celular, tengo que decirte que esto no es descanso; entrénate para desconectarte. Es importante hacerlo porque mientras estás consumiendo información en internet, tu cerebro no está descansando.
En su lugar, elige hacer pausas activas durante el día (sin la compañía del celular): mirar el paisaje, estirarte, prepararte algo para comer o tomar, conversar con alguien, jugar con tu mascota o simplemente cerrar los ojos y respirar por un minuto. Tu cerebro te lo agradecerá y el resultado será que volverás al trabajo con tu capacidad de enfoque renovada. Descansar es parte de una rutina productiva.
Luego de un día de trabajo, es importante que aproveches la noche para descansar con calidad. El consejo de desconectarte del celular se repite en este punto también.
En lugar de pasar la noche mirando el celular o la televisión, crea un ritual de desconexión y prepara un ambiente para tu descanso. Terminar el día con una actividad física, cocinar, comer algo sano, escuchar música, tomar una ducha o leer algo relajante antes de dormir son algunas de mis sugerencias; personaliza tu ritual de relajación según tus preferencias y estilo de vida.
Cuida tu sueño. Encuentra las horas de sueño adecuadas para ti y busca ayuda profesional si no logras dormir.
Estrategias para tener una relación más saludable con tu celular:
Desactiva las notificaciones de todas las aplicaciones. Si debido a la naturaleza de tu trabajo no puedes hacerlo, desactiva al menos las notificaciones de redes sociales y de aplicaciones no esenciales
Mantén el celular lejos del alcance de tus ojos y manos cuando estés trabajando enfocada(o). De esta manera evitarás tomar el celular de forma distraída.
Elige una ventana de tiempo para usar libremente el celular y todas las redes sociales que tanto te gustan
Informa a tu familia y a las personas con quienes trabajas que solo accederás a aplicaciones de mensajería instantánea durante los intervalos de trabajo enfocado y que si pasa algo urgente, te pueden llamar.
No lleves el celular a la cama. ¿Cuántos minutos de sueño ganarías si no te quedaras mirando el celular en la cama?
No mires el celular a primera hora de la mañana. Si mantienes el celular en la habitación durante la noche, déjalo lejos de tu alcance para evitar el impulso de mirarlo al despertarte.
Sustituye el uso del celular por otra actividad. ¿Hace cuánto tiempo que quieres leer un determinado libro? En vez del celular, mantenlo a tu alcance en la cabecera de la cama.
Evalúa tu uso de las aplicaciones. ¿Necesitas realmente estar presente en todas estas redes sociales? ¿Tienes una idea de cuánto tiempo inviertes navegando en tu celular?
Todos tenemos fases en la vida que exigen más de nuestra energía física o mental. Si estás viviendo una situación atípica, evalúa y ajusta tu rutina:
Decide cuáles son las actividades esenciales para mantenerte con buen ánimo
Aliméntate bien
Realiza actividad física
Garantiza que las horas de sueño que tengas sean restauradoras
Elige cuáles son las tareas que no puedes dejar de hacer
Elimina los excesos de compromisos y de actividades que drenan tu energía
Renegocia plazos
Enfócate en hacer lo mínimo necesario y lo mejor que puedas en ese momento.
Considerar incluir en tu rutina alguna actividad física y una alimentación saludable son actividades que, si por un lado demandan algún tiempo de tu día, por el otro te generan energía y pueden disminuir la sensación de agotamiento.
No te culpes por “no dar cuenta de todo”, nadie lo hace. Lo que podemos hacer en una situación demasiado demandante es elegir qué es prioritario en el momento. No desistas si te va mal un día, vuelve a intentarlo el día siguiente. Cada día tendrás más consciencia de qué es lo que te funciona y lo que no te funciona, y podrás seguir mejorando.
Si identificas que tienes momentos de descanso, duermes horas suficientes y estás adaptado a tu rutina, pero aún así te sientes frecuentemente agotada(o), busca ayuda médica. Puede que tu cansancio sea generado por alguna falta de vitaminas u otra condición de salud.
La “fatiga pandémica”:
Dado el contexto en el cual estamos todos insertos en el presente momento, no puedo dejar de mencionar este punto. Luego de cumplir un año de la pandemia por Covid-19, estamos enfrentando un duro momento en el mundo. Muchos países están enfrentando la tercera y cuarta ola. Hace meses que la Organización Mundial de la Salud ha reconocido que muchas personas están experimentando “fatiga pandémica”, que sería una sensación de agobio y cansancio generada a raíz del desánimo y agotamiento que sentimos por las prolongadas restricciones y preocupaciones que nos genera la pandemia.
Si quieres profundizar en este tema, te dejo un link para un artículo respaldado por un psiquiatra, en el cual se explican los síntomas y los consejos para lidiar con la fatiga pandémica. Lo que quiero reforzar es que debes evaluar si necesitas ayuda médica y buscarla.
“Cuando veo que mis emociones se transforman en una carga y no me permiten funcionar. Eso ya es un indicio de que hay que buscar ayuda para poder conversar y que un profesional nos muestre el mejor manejo de distintas situaciones, porque esta fatiga pandémica puede hacer que reaccionemos peor a las dificultades cotidianas de la vida”. ― Dr. Mauricio Droguett, Psiquiatra
El descanso de calidad es parte de nuestra Productividad Creativa. El no observar tus hábitos y rutina te hace más difícil construir una rutina revitalizadora; pronto te presentaré herramientas que te ayudarán con esto. De modo que te invito a que me sigas en LinkedIn e Instagram, donde te comparto orientaciones sobre cómo puedes educarte en productividad personal, para construir un estilo de vida ligero y feliz.
¿Te gustó esta reflexión y las orientaciones? ¿Cómo manejas el cansancio? ¿Tienes alguna pregunta o sugerencia sobre el asunto? Cuéntame en los comentarios para que sigamos conversando.
